Es por eso que publicamos esta crónica de nuestro viaje de LAS CUATRO ESQUINAS, THE FOUR CORNERS OF USA, , prueba o Rallye de motos, muy conocida en los Estado Unidos, y que no todo el mundo ha hecho, ni mucho menos, y que realizamos en 2007 este servidor de ustedes, Enrique, y mi hijo Fernando, a la sazón con 20 años.
Lo primero que hay que decir es que no es ninguna heroicidad el hacerlo, pero como le respondí a una persona, que asistió a una de las varias conferencias que hemos dado a lo largo de estos años sobre este viaje en distintos lugares de la península, y de las islas, somos canarios, y que nos dijo eso exactamente:
" efectivamente no es ninguna heroicidad, pero hay que hacerlo".
Porque a todo esto, y según los resultados oficiales del SCMA , Southern California Motorcycling Association, club de motos de Los Ángeles , organizadores de la prueba, fuimos los primeros europeos que lo hicieron y Fernando, incluso hasta el día de hoy, 2020, el piloto más joven en culminar satisfactoriamente la prueba.
¿En qué consiste este rally? Pues que es una prueba de resistencia, no de velocidad , organizada por el SCMA , desde el año 1.983 , en la cual has de tocar las cuatro esquinas de USA en menos de 21 días.
Estas esquinas son: San Isidro, en California, Blaine en el estado de Washington, Madawaska, en Maine, y Key West en Florida. El orden de hacer las esquinas es igual pero el tiempo es invariable: 21 días.
La revista de motos española SOLOMOTO 30, se hizo eco del mismo y publicó en su número de noviembre de 2007, la crónica de este viaje, de la cual les acompañamos, copia del mismo:





Veamos un plano con el recorrido que nosotros hicimos:
Esta fue la crónica que publicó el SOLOMOTO 30 de nuestro viaje de las cuatro esquinas en 2007, por lo que han pasado casi 13 años.
La hemos mantenido igual, pero con más fotos, y con comentarios a pie de fotos, ya que no era lo mismo el espacio en una revista que en un blog.
La hemos mantenido igual, pero con más fotos, y con comentarios a pie de fotos, ya que no era lo mismo el espacio en una revista que en un blog.
THE FOUR CORNERS OF USA RALLY TOUR
RALLY DE LAS CUATRO ESQUINAS DE USA
Somos Enrique y Fernando, padre e
hijo, con 56 y 20 años, cada uno, de Las Palmas, y que tras dos intentos
fallidos, por fin este año se ha cumplido uno de mis sueños: realizar el Rally
de las Cuatro Esquinas de USA, completándolo con éxito.
¿En qué consiste este rally? Pues
que es una prueba de resistencia, no de
velocidad , organizada por el SCMA , Southern California Motorcycling
Association, club de motos de Los Ángeles,
desde el año 1.983 , en la cual has de tocar las cuatro esquinas de USA
en menos de 21 días. Estas esquinas son: San Isidro, en California, Blaine en
el estado de Washington, Madawaska, en Maine, y Key West en Florida. El orden
de hacer las esquinas es igual pero el tiempo es invariable: 21 días.
Tras varios viajes por los USA
con mi esposa y con motos alquiladas o con nuestras propias motos, este año
decidí, por razones familiares, intentar hacer la prueba con Fernando, mi hijo
pequeño, de 20 años, aunque eso sí llevando nuestras propias motos, él una
Honda Deauville 700 y yo mi Goldwing 1500 del 92.
La razón de llevar nuestras
propias motos no es otra que la de
SENTIR nuestra moto en lugares como Times Square, en New York, o en el
Monte Rushmore, en Dakota del Sur, ya que esto no tiene precio y sí mucha
sensación y sentimiento. No es lo mismo una foto frente al teatro Chino de Los Ángeles,
con una moto con matrícula de California que con una moto con matrícula
española. Y esto creo que todo motero lo entiende.

Así que a principios de este año
empezamos a preparar el viaje , aunque sin decir a nadie qué estábamos trabajando,
ya que dos veces anteriores estuve viendo la posibilidad de hacer este viaje y no pudo ser, así que esta vez,
nadie se enteraría si no se podía hacer o no se terminaba.
Dado que Fernando tenía exámenes
en la Universidad
hasta finales de Junio , no podíamos desplazarnos hasta la última semana de ese
mes, pero eso sí, las motos las mandaríamos previamente, dos o tres semanas
antes, para no tener problemas de aduanas, como ya tuvimos en otro viaje.
Mandamos las motos por IBERIA de Las Palmas a Los Ángeles, y cuando estábamos pendientes de su llegada a LAX, recibimos una llamada de Iberia Chicago, sí Chicago, has leído bien, en la que nos comunican que allí tienen dos motos nuestras y que no saben qué hacer con ellas.
Playa de Malibú, que tantas veces ha salido en películas y en los Vigilantes de la Playa...
Fernando y yo en la puerta del Hotel The Four Seasons, en Los Ángeles, a punto de iniciar la prueba.... 1 de julio 2007....
Camino de San Isidro, Fernando, 20 años, quiere que pasemos por el Donuts de Los Simpsons.....
En el paseo de las estrellas de Hollywood.....
Y delante del Staples Center, cancha de los Angeles Lakers .....
Mandamos las motos por IBERIA de Las Palmas a Los Ángeles, y cuando estábamos pendientes de su llegada a LAX, recibimos una llamada de Iberia Chicago, sí Chicago, has leído bien, en la que nos comunican que allí tienen dos motos nuestras y que no saben qué hacer con ellas.
Como teníamos preparado todo en LAX, incluido el agente de aduanas, y no teniendo agente de aduanas en Chicago, empiezan a pasar los días con papeles para arriba y para abajo de Iberia, hasta que nuestro agente de Lax nos dice que si antes de tres días, y era sábado, las motos no salen del depósito donde han sido depositadas por la Aduana USA , las mismas serian incautadas y entonces sí que sería un problema sacarlas.
No queda otro remedio que salir el lunes desde Las Palmas a Chicago e intentar solucionar el tema in persona. Para no cansarles, y aunque no se pueda creer, llegué a Chicago a las 14.30 del lunes, a las 15.30 estaba en las oficinas de Iberia y a las 17 horas estaban ya las motos liberadas de aduana. ¡El trámite duró cinco minutos!
Por supuesto tuvimos que mandar las motos desde Chicago a Los Ángeles en una empresa de camiones que está especializada en transporte de motos por todo el país, pero por lo menos las motos llegarían a Los Ángeles, para cuando nosotros llegásemos allí.
Y ese día fue a final de Junio, cuando nuevamente nos desplazamos desde Las Palmas a Los Ángeles, vía Madrid y Londres, y allí estaban nuestras dos motos esperándonos.
Tras preparar ambas monturas en cuanto a baterías, neumáticos, parabrisas, etc., estuvimos dos días en Los Ángeles haciendo turismo, desplazándonos el domingo 1 de Julio hasta San Isidro, primera esquina de la prueba, y que está justo en la frontera con Méjico.
Playa de Malibú, que tantas veces ha salido en películas y en los Vigilantes de la Playa...
Fernando y yo en la puerta del Hotel The Four Seasons, en Los Ángeles, a punto de iniciar la prueba.... 1 de julio 2007....
Camino de San Isidro, Fernando, 20 años, quiere que pasemos por el Donuts de Los Simpsons.....
En el paseo de las estrellas de Hollywood.....
Las pruebas de que has estado en
cada esquina consisten en tomar fotos con las motos delante de algún edificio
público del lugar, coger gasolina y el recibo de la misma meterlo en un sobre
juntamente con una ficha que te han mandado previamente a casa y donde figuran
una serie de teléfonos, que tu has de averiguar cuáles son en el lugar,
ponerlos, meterlos en el sobre que ellos
te han proporcionado, e incluso , como en Madawaska, firmar en el libro de
firmas que tienen allí y depositarlo todo ello en el buzón de la oficina de
Correos, siendo el matasello del sobre lo que da validez al día que has
empezado y has terminado.
Salimos de la primera esquina , San Isidro el 2 de
Julio a las 5 de la mañana, tras recolectar las pruebas y depositarlas en
Correos, y pusimos rumbo a San Francisco, donde teníamos prevista nuestra
primera etapa.
Primer susto. A unos 200 kilómetros de
SFA , San Francisco, Fernando me dice que tiene un problema con la moto y vemos que es el cable
del embrague que está suelto y no puede embragar. Tras un apaño de arreglo,
podemos seguir, con varios apaños más, hasta que llegamos a San Francisco y ya lo arreglamos
con detenimiento, hasta el extremo que ya no nos dio más problemas.
Los famosos tranvias CABLE CAR de San Francisco....
El Golden Gate desde su vertiente oeste....
Y aquí desde su vertiente este....
La calle California con la Penitenciaría de Alcatraz al fondo....
Y en los famosos Pier de San Francisco.
Los famosos tranvias CABLE CAR de San Francisco....
El Golden Gate desde su vertiente oeste....
Y aquí desde su vertiente este....
La calle California con la Penitenciaría de Alcatraz al fondo....
Y en los famosos Pier de San Francisco.
Llegamos a pensar que no
pasábamos del primer día de la prueba, pero gracias Dios no fue así, ya que para colmo Fernando
había empezado un blog por Internet, http://moteroscanarios.blogspot.com,
y para mi sorpresa ya había cientos de
internautas que nos seguían, con lo cual yo me dije, “ pues menuda vergüenza, que
no hacemos ni la primera etapa”. Primer día 875 kilómetros .
La segunda etapa fue atravesar
toda la parte Norte de California, hasta llegar a Pórtland, en el estado de
Oregón, total 1.066
kilómetros , aunque en el transcurso de la autopista que
pasa por el National Forest de Mont. Shasta, nos para un Policía de la Highway y nos pone dos multas
por exceso de velocidad, ya que de 65 millas que debíamos ir, íbamos a 82 millas , o lo que es lo
mismo velocidad máxima 104 Km .
/h y nosotros íbamos a 131 Km .
/h.
Total que le digo que cuánto es
la multa para pagarlas allí mismo y nos dice que no, que en California la ley es distinta y nos
cita ante un juez del Condado de Weed el 28 de agosto, para que el juez sea
quien nos ponga la multa. No quisimos entrar en disquisiciones y tras llegar a
Las Palmas pusimos un email diciéndole al Juez que por lógica distancia lejana
entre Las Palmas y Weed no íbamos a presentarnos, así que nos declarábamos culpables y que nos
dijese cuánto era la multa. Respuesta: 258 dólares cada uno, multa que pagamos
por Internet.
Fue la única multa que nos
pusieron a lo largo de todo el viaje aunque no la única vez que nos pararon,
pero esos otros policías, al ver que éramos extranjeros, nos trataron como
turistas y nos dijeron que tuviésemos cuidado, etc., etc. y ahí quedaban las
cosas. Como yo creo que son las cosas.
Tras pasar la noche en Pórtland
enfilamos hacia la segunda esquina:
Blaine, en Washington State, pasando previamente por Seattle, pero no tuvimos en cuenta que era el 4 de julio,
fiesta Nacional de los USA y nos encontramos con la celebración de una gran
parada en dicha ciudad, como en todas las de los Estados Unidos ese día, con la
imposibilidad de sacar las fotos con las motos
delante de la
Comisaría o de la oficina de Correos, ya que las calles
estaban cerradas al tráfico, así que las
hicimos de nosotros delante de los carteles de la Post Office de Blaine,
como se puede ver en las fotos. Por la misma razón tuvimos problemas con los teléfonos
y la estación de gasolina.

Tras dejar a los americanos
celebrando su parada, nos bajamos nuevamente a Seattle y con un calor horroroso
nos dirigimos hasta Spokane, ciudad minera y dura, donde pasamos la noche.
Otros 1.107 km .
En tres días llevábamos más de 3.000 kilómetros y
para unos canarios como nosotros eso era mucho, así que al día siguiente
hicimos una media etapa de solo 645
Km . hasta Bozeman , ya en Montana, pasando por Idaho, y sus famosas patatas.
Esa tarde nos la tomamos de
descanso, ya que para colmo el tiempo no acompañaba y estábamos con
temperaturas de más de 40 grados, en los tres días, con lo que ya se pueden imaginar lo que
bebíamos y teníamos que descansar a lo largo de la ruta, y nos vino muy bien ya que al día siguiente
teníamos una de las etapas más jugosas del viaje: Yellowstone.
Así fue. Yo ya conocía el parque, así que fuimos a tiro hecho y no me cansaré de decirlo: es seguramente el Parque Nacional de USA más espectacular, con géiseres, montañas, ríos, animales salvajes, flores, plantas, bosques, cascadas e incluso zonas de arenas, que hacen que la belleza y la naturaleza se muestren en todo su esplendor.



Aquí nos encontramos con cientos de motos, casi todas Goldwings y es que en la cercana Billings, a solo 200 kms. de Yellowstone se estaba celebrando el Wing Ding, concentración anual del Goldwing Club de USA, donde “solo” habían ido unas 14.000 GWs.
Así fue. Yo ya conocía el parque, así que fuimos a tiro hecho y no me cansaré de decirlo: es seguramente el Parque Nacional de USA más espectacular, con géiseres, montañas, ríos, animales salvajes, flores, plantas, bosques, cascadas e incluso zonas de arenas, que hacen que la belleza y la naturaleza se muestren en todo su esplendor.
Aquí nos encontramos con cientos de motos, casi todas Goldwings y es que en la cercana Billings, a solo 200 kms. de Yellowstone se estaba celebrando el Wing Ding, concentración anual del Goldwing Club de USA, donde “solo” habían ido unas 14.000 GWs.
Saliendo del parque para
dirigirnos a Billings pasamos por el paso de Beartooth, un paso tipo alpino,
en las montañas Rocosas. Yo notaba a la GW pesada y con problemas de
carburación hasta que comprendí lo que pasaba cuando llegamos a la cima: 3.650 metros de
altitud, más alto que cualquier paso de los Alpes e incluso casi la misma
altura que el Teide. Otros 610 kilómetros de nada.


Esta es una foto con dos parejas de moteros wingers de Canadá, que me reconocieron de la portada que meses antes me había dedicado la revista WING WORLD de los Estados unidos, y que podrán ver en otra entrada que también está en este blog.
La llegada a Billings , Montana, nos sorprendió
por la gran cantidad de GWs que había ya que toda la ciudad estaba llena de
ellas, de todos los modelos, formas, accesorios etc. Todos los hoteles llenos, Los restaurantes ya
se podrán imaginar y así todo. Menos mal que teníamos reserva hecha en un hotel,
que a su vez estaba lleno de wingers. En fin una delicia para un motero.
Al día siguiente fuimos al centro
de Convenciones donde se celebraba la reunión y sobre todo fuimos a ver la feria de fabricantes de todo tipo de
accesorios y prendas para GW. Con decirles que vimos equipos de refrigeración
para prendas de vestir que se acoplaban en la parte trasera de la moto y por
medio de unas mangueras de salida y entrada el agua fría circulaba por las
prendas y hacían un circuito de enfriamiento del cuerpo.

Este trike estaba decorado en homenaje a los astronautas del transbordador espacial que explotó y fallecieron sus siete tripulantes, el Columbia..
Proseguimos viaje por la interestatal
90, que la habíamos cogido en Seattle y
llega hasta Boston, 4.920
kilómetros de nada, dirigiéndonos a Devils Tower, Wyoming, zona
india, y donde se rodó la película “Encuentros en la Tercera Fase ” y que todo el
mundo reconocerá en las fotografías.
Esta foto concreta y curiosamente, sale cuando pides imágenes de Devils Tower en Google. Debe ser que les ha gustado.
Llegamos hasta Sturgis, sí la Sturgis de los Harlystas,
en Dakota del Sur, donde dormimos. No deja de ser un pueblo americano,
pequeño, de unos 8.000 habitantes, que
en la primera semana de Agosto pasan a ser 600.000. Cómo se alojan y pueden
comer todos ellos no lo sabemos, pero debe de ser algo espectacular. 635 km . más para el cuerpo.
Desde aquí nos vamos al día
siguiente hasta Monte Rushmore, en Dakota del Sur, el lugar donde están las cabezas esculpidas en
la roca de cuatro presidentes americanos
y que todo el mundo ha visto alguna vez en su vida, ya sea en fotos o en
películas. Concretamente las cabezas de Washington, Jefferson, Rooselvelt y
Lincoln.

Esto es lo que les decía al principio de la crónica: no es lo mismo esta fotografía, tomada en el mismo lugar con motos de matricula española , que esta con matricula de California:

Esto es lo que les decía al principio de la crónica: no es lo mismo esta fotografía, tomada en el mismo lugar con motos de matricula española , que esta con matricula de California:
Aquí nos hacemos una buena sesión
de fotos y tras pasar un buen rato allí nos vamos otra vez por la 90 en dirección
a Albert Lea en el estado de Minnesota, no sin pasar antes por un restaurante
que ya conocíamos en Sioux Falls, donde en el menú hay una hamburguesa de casi
un kilo, que si te la comes, te sacan una foto y te ponen en el libro de honor.
Pero si no te la comes , también te sacan una foto y te ponen en libro de horror.
Total que le digo a Fernando,
1.95 de alto y 100 kilos de peso, que si se atreve con ella, pero me dice que
no porque puede pasar al libro de horror. La verdad es que ambos nos quedamos
con las ganas.
Siguiendo el viaje hacia Albert
Lea empieza el tiempo a cambiar y se nos torna hacia tormentoso, de tal manera
que empieza a oscurecer y a llover y preferimos hacer noche en Blue Earth ,
Tierra Azul, nombre poético, donde nos quedamos en un motel la mar de cómodo y
a buen precio. Total 825 km .
Tras desayunar a las seis de la
mañana, como era uso y frecuente en todos los días del viaje, tomamos la
autopista y nos dirigimos hacia Chicago , no sin antes pasar por la tesitura de
dejar pasar una gasolinera de la autopista y ver que en la GW no voy a llegar a la siguiente, así que vemos una señal de
GAS, y tras ella nos vamos, llegando a una gasolinera del medio oeste
americano, o de la América
profunda, es decir, dos surtidores antiguos, y que iban de milagro con
electricidad , aunque tenían su palanca por si acaso.
Aunque parezca mentira así eran, y para colmo el señor de la estación era al mismo tiempo mecánico de tractores y el hombre estaba a lo suyo, aunque eso sí, nos dijo que él también tenía una GW y que había estado en España, y nos atendió por galones no por dólares porque el surtidor funcionaba por capacidad no por valor monetario.

Cruzando el río Mississipi
Aunque parezca mentira así eran, y para colmo el señor de la estación era al mismo tiempo mecánico de tractores y el hombre estaba a lo suyo, aunque eso sí, nos dijo que él también tenía una GW y que había estado en España, y nos atendió por galones no por dólares porque el surtidor funcionaba por capacidad no por valor monetario.
Cruzando el río Mississipi
Llegamos a Chicago, estado de Illinois, tras 690 kilómetros , y
nos fuimos a un motel en las afueras de la ciudad, ya que los que están en el
Downtown son muy caros, no menos de 250 dólares por noche, a unos 35 kilómetros del
centro.

Enrique y Fernando con el Skyline de Chicago de fondo....
Enrique y Fernando con el Skyline de Chicago de fondo....
Y a todo esto Fernando trabajaba todos las noches en su blog, el cual ya era seguido por cientos de internautas cada día, y cada día más, al extremo que le dije que dejara de responder a todos los que nos escribían por distintos caminos ya que estaba hasta dos horas pegado al portátil escribiendo y respondiendo, que ya les responderíamos cuando llegásemos a Las Palmas.
La verdad que Chicago es una
ciudad magnifica y por conocerla de otras veces, dedicamos día y medio a estar
en ella. Nos apuntamos a un recorrido en guagua para turistas y nos dimos una
idea general de todo lo importante, para luego,
con las motos, ir a los sitios que más nos interesaban para sacar fotos.
De vuelta al hotel nos cayó una
tromba de agua, que menos mal que habíamos llevado los trajes de agua, porque
sino, nos hubiésemos empapado.
Esa noche cenamos en un
restaurante muy famoso de la zona, el Giordanos, que es una pizzería donde
hacen unas pizzas especiales que tienes que encargarlas, ya que se tarda una
hora en hacerlas.
Como sabíamos el tema la encargamos desde el hotel y cuando llegamos al restaurante a los pocos minutos la teníamos puesta sobre la mesa. Habíamos encargado la pequeña, pero cuando la vimos hasta nos asustamos. Aquello era enorme y no sabíamos si íbamos a poder con la misma. Vienen a ser como una tarta de cuatro pisos, y las hacen en un horno especial “estofadas”. Total que no pudimos. Eso es lo mismo en general en todos los restaurantes americanos, las raciones son enormes.

Como sabíamos el tema la encargamos desde el hotel y cuando llegamos al restaurante a los pocos minutos la teníamos puesta sobre la mesa. Habíamos encargado la pequeña, pero cuando la vimos hasta nos asustamos. Aquello era enorme y no sabíamos si íbamos a poder con la misma. Vienen a ser como una tarta de cuatro pisos, y las hacen en un horno especial “estofadas”. Total que no pudimos. Eso es lo mismo en general en todos los restaurantes americanos, las raciones son enormes.
Tras Chicago seguimos ruta por los estados de Indiana y Michigan para llegar a Detroit, desde donde dejamos los USA y entramos en el Canadá. Aquí la cosa cambia y las autopistas son de peaje, con las gasolineras entre 70 y
Vamos a las Cataratas del Niágara tras recorrer 575 km ., aquí en Canadá
miden en kilómetros no en millas, y tras visitar las mismas y una sesión de
fotos , nos hospedamos en un hotel bastante bueno, en pleno centro de la
ciudad, disfrutando de la piscina y de un restaurante italiano que se llama “
Mi primo Vinny “, que ya se pueden imaginar de qué iba. La verdad es que estaba
más que bien y con música en directo de unos músicos argentinos y chilenos, que
conocían Gran Canaria donde habían estado tocando.
Nuestra siguiente etapa fue
Toronto, donde nos esperaba José Aníbal, un winger que conocimos a través de la
revista del club goldwing de USA, el cual nos ofreció su casa, tanto como
garaje como de alojamiento.


Aquí cambiamos el aceite de las
dos motos, pero no nos dimos cuenta de que poníamos 10-40 en vez de la 20-50
que normalmente usamos en nuestra tierra y que por el calor de Julio en USA,
debíamos usar. La moto de Fernando tuvo problemas en Georgia y Florida, cuando
debido a las altas temperaturas, tanto
de la moto como del clima, convertían el aceite en líquido puro, al estilo de
agua.
La verdad es que José Aníbal nos trató muy bien , así como todas las personas que conocimos a lo largo del viaje, ya que reconozco que yo soy muy hablador, me encanta hablar, y conocer gente, cosa la cual a Fernando le sorprendía.
Dejamos Toronto y vamos a
Montreal, con 675 kilómetros
a añadir al viaje, donde llegamos ya de noche y nos cuesta encontrar hotel, pero
al fin lo encontramos tras seguir las indicaciones de unos bomberos.
Nos preguntan qué tipo de moto es
la de Fernando ya que no la conocen y es lógico, tal y como nos pasó a lo largo
de todo el viaje, ya que la
Deauville es un modelo para Europa y no para los USA y
Canadá. En general se sorprendían cuando veían que con una 700 cc., estábamos
haciendo este tipo de viaje. Hay que decir que nosotros también, pero aguantó
bastante bien el tute que le dimos.
La verdad es que el tramo desde
Blaine a Madawaska se nos estaba haciendo
pesado, ya que llevábamos ocho días en ello, por lo que decidimos ir desde
Montreal a Madawaska, sin parar en Québec.
Así que vamos a ello, y aquí es donde vienen los problemas al entrar nuevamente en los USA. Resulta que al salir por Detroit SALIMOS de USA por lo que ahora estábamos ENTRANDO nuevamente a los USA.
Así que vamos a ello, y aquí es donde vienen los problemas al entrar nuevamente en los USA. Resulta que al salir por Detroit SALIMOS de USA por lo que ahora estábamos ENTRANDO nuevamente a los USA.
La entrada en la tercera esquina, Madawaska, la hacemos a las dos
de la tarde del viernes 13 de Julio, con lo que hemos tardado en atravesar el
país de oeste a este nada menos que nueve días, aunque eso sí, haciendo turismo
también.
En la aduana lo primero que nos
preguntan, para nuestra sorpresa, es si
estamos haciendo las Cuatro Esquinas y les decimos que sí, pero al ver que
somos españoles nos hacen pasar a un aparcamiento y a las oficinas y nos tuvieron
allí una hora y media, haciéndonos todo tipo de preguntas, de quienes eran las
motos, qué ruta estábamos haciendo, qué etapas, etc., pero a Fernando lo
acribillaron a preguntas hechas hasta tres y cuatro veces, con distintas formas
de elaborar las mismas, en un despacho con cuatro agentes de Aduanas y de
emigración, , al estilo de qué estudias, quien te paga el viaje etc., .
Esta pregunta nos hizo mucha gracia ya que un chico de 20 años que viaja con su padre, ¿quienes creen los americanos que está pagando el viaje?
Esta pregunta nos hizo mucha gracia ya que un chico de 20 años que viaja con su padre, ¿quienes creen los americanos que está pagando el viaje?
Hemos ido más de cuarenta veces a USA e incluso hemos vivido
allí dos años, por lo que no entendemos porqué nos hicieron esto esta vez. Al
día de hoy todavía nos lo estamos preguntando.
Por fin, solventado el tema de emigración, nos dicen
que nos están esperando en las Oficinas de la Cámara de Comercio para que vayamos a firmar en
el libro de firmas. Así que salimos hacia allí y efectivamente allí están el presidente y la secretaria de la misma y
es que, como nos dicen, somos los
primeros europeos que estamos haciendo el rally.

Sacamos las correspondientes fotos y nos indican que están haciendo un pequeño parque dedicado a todos los que terminan la prueba, poniéndoles una placa de piedra con sus nombres. Les decimos que esperen a que terminemos, aunque no dejamos de reconocer que nos da cierta satisfacción saber esto.
Sacamos las correspondientes fotos y nos indican que están haciendo un pequeño parque dedicado a todos los que terminan la prueba, poniéndoles una placa de piedra con sus nombres. Les decimos que esperen a que terminemos, aunque no dejamos de reconocer que nos da cierta satisfacción saber esto.
Aquí en Madawaska todo el mundo
sabe de qué va el rally The Four Corners, y lo viven intentando ayudar en lo
posible, tanto en el alojamiento como en las comidas. Pero estamos un poco retrasados
en nuestro planning y cogemos la US
1, carretera que lleva desde Madawaska hasta Key West, la friolera de 3.480 kilómetros .
El estado de Maine está bastante
despoblado en la parte noreste del mismo, y tras recorrer unos 200 Km . por esta vía de solo
dos carriles, prácticamente sin tráfico, nos cae la tarde noche a eso de las
7.30 y decidimos parar en un motel. Vemos uno y tienen su cartel de NO VACANCY,
completo, por lo que preguntamos y nos dicen que más adelante encontraremos
otro.
Nos metemos ya en la
autopista I-95, y recorremos kilómetros y
kilómetros y no aparece nada. Bueno sí. Aparece un cartel que nos avisa de
“animales sueltos”, a las pocas millas otro cartel de carreteras que pone
" venados sueltos”, la preocupación va subiendo y encima de noche y
lloviendo, y tras unas millas otro cartel que pone "alces sueltos", con su figura y todo, y con señales luminosas como esta que te avisan si hay algún animal en la carretera.....
, con lo cual la preocupación sube aun más, pero ya el colmo es cuando vemos un gran cartel que dice :
¡¡ALERTA ALERTA!! AQUÍ EMPIEZA DE VERDAD EL PELIGRO”.
Comprenderán cómo estaba el ambiente entre los dos.
, con lo cual la preocupación sube aun más, pero ya el colmo es cuando vemos un gran cartel que dice :
¡¡ALERTA ALERTA!! AQUÍ EMPIEZA DE VERDAD EL PELIGRO”.
Comprenderán cómo estaba el ambiente entre los dos.
Mi preocupación ya no era de
encontrar un motel, que encima no había
ninguno, ni restaurantes ni gasolineras, sino la de no encontrarnos en medio de
la carretera con un alce, ya que tuve esta experiencia hace unos tres años, en
el Cañón del Colorado, y no nos matamos de casualidad, ya que un alce es del
tamaño de un caballo, lo cual podría habernos llevado a matarnos.
A lo lejos veo las luces de un camión
y tras alcanzarlo, nos ponemos a rebufo del mismo, no para que nos señalase la
ruta, sino para que nos sirviese de escudo en caso de haber algún animal en medio
de la carretera.
Estuvimos pegados al mismo a lo largo de unos cien kilómetros, hasta que llegamos a las afueras de Bangor, tras970 kilómetros desde
Montreal, donde apareció un motel Best Western, bastante grande y dijimos, esta
es la nuestra. Pues casi nos quedamos sin habitación ya que solo quedaba una,
porque había una reunión de veteranos del Vietnam allí. Total que nos dan la
última habitación a las 10 de la noche.
Estuvimos pegados al mismo a lo largo de unos cien kilómetros, hasta que llegamos a las afueras de Bangor, tras
A primera hora de la mañana estábamos
en la carretera hasta llegar a Boston. Con 400 kilómetros más
arriba del cuerpo. Nos alojamos en un hotel cuya cadena ya conocemos de otros
viajes y que son suites, con despacho, cocina y dormitorio, vestidor etc. Y que
aunque está fuera de Boston, como a unos 20 kilómetros , está
totalmente lleno. Su precio: 90 dólares.


En este punto sí me gustaría
comentar lo bueno que está USA ahora para nosotros los europeos el cambio de
euro a dólar, ya que todo nos parece barato, al extremo que en New York a los
españoles nos llaman “give me two”, ya que al decirnos el precio de una prenda
de ropa o perfume, o cámara de fotos, decimos ” ¡ ño ¡ qué barato , dame dos”.
Ahora en serio: está estupendo el
tema para nosotros.
Visitar Boston es como visitar
algo fuera de los USA. Es más una ciudad europea que otra cosa. Se nota
claramente la influencia inglesa en todos sus barrios. Es una Ciudad que
respira “Savoir a faire”, tiene clase.
Para
este País es seguramente la ciudad con más historia, y en sus cementerios (dentro de la misma ciudad
y muy visitados por los turistas) se pueden encontrar lápidas con reseñas de
personas que llegaron en el “Mayflower” en 1620, donde llegaron los primeros
“peregrinos”.
Esta raya roja que está pintada sobre el suelo, aceras, y asfalto, es la FREEDOM TRAIL, y que sirve para seguirla y te lleva a todos los sitios importantes de los principios de la historai americana y sus padres de la constitución,. Una buena idea.
Esta raya roja que está pintada sobre el suelo, aceras, y asfalto, es la FREEDOM TRAIL, y que sirve para seguirla y te lleva a todos los sitios importantes de los principios de la historai americana y sus padres de la constitución,. Una buena idea.
Estaba tan hecho polvo a lo largo de tantos miles de kilómetros en pocos días, que no pude evitar la tentación de darme un masaje en un sillón antigravedad...Me vino de perlas...
Te sorprende encontrarte con Avenidas,
llenas de pequeños y encantadores restaurantes con terraza, algo casi
inexistente en USA, aunque sean tan
populares en Europa, y todo eso lleva a
un trasiego continuo de personas, muy alejado del estilo de vida americano.
Como no podía ser menos estuvimos
en Cheers, sí el bar de la famosa serie
de TV, aunque se ha convertido hoy en
día en una franquicia


así como en el Legal Seafood, restaurante de pescados y mariscos que conocemos de otros viajes y recomendamos a cualquier visitante que vaya a Boston.

Esto, aunque parezca increíble, era gazpacho, según ellos.......
así como en el Legal Seafood, restaurante de pescados y mariscos que conocemos de otros viajes y recomendamos a cualquier visitante que vaya a Boston.
Esto, aunque parezca increíble, era gazpacho, según ellos.......
De aquí nos desplazamos a New York,
con alguna pelea con el GPS incluida, ya que sabíamos que la ruta es la 95 pero
el GPS se empeñó en llevarnos por la 90 y yo decía pero si la 90 nos lleva
hacia el oeste que es de donde venimos, no puede ser.
Resultaba que el GPS nos llevó por la 90 hasta cruzarse con la 84, que era mejor camino que la 95. Tenía razón el GPS. A propósito: este GPS es un Lawrence, americano de5 pulgadas de pantalla,
y aunque tuve que adaptarlo al manillar de la Goldwing , se portó de
maravilla y fue un magnifico compañero de viaje.
Resultaba que el GPS nos llevó por la 90 hasta cruzarse con la 84, que era mejor camino que la 95. Tenía razón el GPS. A propósito: este GPS es un Lawrence, americano de
Me equivoco al tomar una
desviación en un cruce y en vez de entrar directamente a New York, cruzamos el Puente George Washington y aparecemos en
New Jersey, teniendo que girar hacia el sur, hasta llegar al Holland Túnel, el
que sale en la película de Stallone, Pánico en el túnel.
Este es nuestro acceso a New
York, y después de 360 kms. llegamos concretamente a la calle 34 para dirigirnos a
Times Square, centro neurálgico de New York, ya que queremos hacer una serie de
fotos allí y en otros lugares emblemáticos de la ciudad, y dedicarnos
posteriormente, sin motos ya, a visitar la ciudad con tranquilidad.






Qué vamos a contar de New York
que no se sepa. Eso sí recomendamos hacer un recorrido en las guaguas turísticas
que te recorren toda la ciudad y permiten bajarse y subirse todas las veces que
una quiera para poder visitar más detalladamente la city.
Recomendable, sin falta, es el
recorrido nocturno, con traslado a la zona de Brooklyn para poder ver desde enfrente
el skyline famoso de New York.

Qué decir de los hoteles, de los restaurantes,
de las tiendas de New York. Todo magnifico. Todo esplendoroso. Todo lleno de
gente. Todo caro, aun con el buen cambio que tenemos.

En las aceras tienes sensación de
salmón, ya que vas contracorriente con una multitud de gente que te viene de
frente y que tratas de saltar como sea. Como un salmón.

Las visitas a Times Square,
Edificio Flatarion, el primer rascacielos de New York, el Chrysler, el Empire
State Building, el Madison, la 5ª avenida,
etc. etc., son inexcusables, así como el ir a tomar o comer algo, a
ciertos bares o zonas de la gran manzana.


En el famoso, por las películas, GRAYS PAPAYA, donde nos encontramos este grupo de chicas de Zaragoza, que al ver las banderas de España en las motos, se acercaron a nosotros por curiosidad y ver de donde venimos y a donde íbamos.
La Grand Station, centro neuralgico de los trenes y metros que entran y salen de New York.

La Grand Station, centro neuralgico de los trenes y metros que entran y salen de New York.
La mejor definición de New York me la dio una señora hace algunos años: “es como si estuvieses entrando en una película”. Y es verdad, has visto tanta cosas de New York, que cuando vas allí parece que lo conoces todo: “pero si esto lo vi en tal película, aquello en otra, ese rincón en tal otra “, y así todo. Desde luego es grandioso y a medida que vas yendo te va gustando más.
Bueno si por mí fuese estaría
escribiendo de N.Y. todo un libro, pero
no puede ser.
Tras cenar en nuestro restaurante
favorito, el Ruths Christ , que conocemos desde hace muchos años, y de carnes, en la 51 entre 6ª y 7ª, y dormir bien descansados.....


salimos a primera hora de la mañana hacia Washington, no sin antes pasar por el condado de Lancaster, Pennsylvania,

donde vamos a los pueblos Amish de la zona, comiendo en uno de sus restaurantes y viendo la singular forma de vida de estos ciudadanos que aun están anclados en el siglo XIX, sin vehículos a motor, electricidad, pero con unas comidas muy buenas . Fernando dice que la gente va allí a verlos como cosas raras, como personas de ferias, pero así son ellos: quieren mantenerse tal cual vinieron de su Alemania u Holanda, lo que no sabemos es por cuanto tiempo podrán aguantar la presión que hay en estos momentos sobre ellos.
salimos a primera hora de la mañana hacia Washington, no sin antes pasar por el condado de Lancaster, Pennsylvania,
donde vamos a los pueblos Amish de la zona, comiendo en uno de sus restaurantes y viendo la singular forma de vida de estos ciudadanos que aun están anclados en el siglo XIX, sin vehículos a motor, electricidad, pero con unas comidas muy buenas . Fernando dice que la gente va allí a verlos como cosas raras, como personas de ferias, pero así son ellos: quieren mantenerse tal cual vinieron de su Alemania u Holanda, lo que no sabemos es por cuanto tiempo podrán aguantar la presión que hay en estos momentos sobre ellos.
Enfilamos el camino a Washington,
la capital del país, y llegamos cansadísimos por el hecho del calor, más de 40
grados, con lo que las visitas no son agradables.
Vamos a la zona del Mall, eje
central de la ciudad donde están el Capitolio, el monumento a Lincoln y en el
medio el Obelisco,

estando a los lados los monumentos a los caídos en sus guerras, 2ª guerra Mundial, Corea, Vietnam, etc.



estando a los lados los monumentos a los caídos en sus guerras, 2ª guerra Mundial, Corea, Vietnam, etc.
Impresiona sobre todo el silencio
que rodea la pared donde están grabados los nombres de todos los caídos en
Vietnam y los detalles dejados por personas cercanas a ellos.
Salimos hacia el sur por la 95
hasta llegar a Woodbridge donde encontramos un agradable hotel y allí
descansamos para prepara las dos etapas finales.
Rodando a todo lo largo de la 95
y ya como etapa de transición, atravesamos, Virginia, Carolina del Norte, Carolina del Sur y finalmente Georgia, cerca
de Savannah, donde paramos a dormir, tras una etapa de 910 kilómetros .

El día siguiente, y 18 de nuestro
viaje desde San Isidro , es el previsto para el asalto a nuestro destino final
y cuarta esquina, Key West , en Florida,

pero cuando llevamos815 kilómetros y
estamos entrando en Miami, Fernando me dice que dado el calor que hay, por
arriba de los 35 º, la humedad que nos acompaña por toda la Florida , más del 90 %, que
todavía faltan unos 275 km., y que tenemos tiempo de sobra, porqué no
descansamos en Miami, cogemos un hotel y al día siguiente hacemos el asalto
final.
pero cuando llevamos
Considero la situación y dado que
es lo mismo 18 que 19 días, y estamos en plazo,
accedo a ello, y nos vamos a descansar a un hotel de cadena conocida, La Quinta , donde estamos en la
piscina más de dos horas , dándonos un homenaje con una opípara cena en una
marisquería, Red Lobster, y preparados para el final.

A las siete de la mañana estamos en ruta y a lo largo de ella, vemos una señal de peligro: “COCODRILOS CRUZANDO” y no es broma. Cualquiera que haya ido a Florida podrá confirmar lo que decimos.
Tras 275 kilómetros y pasar por los famosos puentes de los cayos floridanos donde se rodaron escenas de “Mentiras Arriesgadas” del hoy Gobernador Schwarzenegger
por fin llegamos a nuestro destino final y cuarta esquina: Key West.
Nos vamos a la oficina de correos
para las correspondientes fotos, y al hito o mojón que señala el punto más al
sur del Continente americano, que está en las fotos, señalándose allí que Cuba
está a 90 millas .

Preparamos todo como explicamos
al principio, lo metemos en el sobre y punto final.
Son las 11.23 horas del día 20 de
Julio de 2.007 y hemos completado satisfactoriamente nuestro objetivo: tras
hacer 13.350
kilómetros y atravesar 26 estados de la Unión y poner en hora los relojes en cuatro husos
horarios, hemos tocado las cuatro esquinas de USA en menos de 21 días, concretamente en 19, siendo
los primeros europeos que lo hacen desde que este club organiza la
prueba, y por ende españoles, siendo
asimismo Fernando el piloto más joven que lo ha realizado, con 20 años y dos meses.
Nos felicitamos mutuamente y nos
damos un beso de padre a hijo y de hijo a padre y vamos a celebrarlo al Sloopys
Joes Bar,

célebre porque allí era donde se emborrachaba Hemingway. Aunque parezca increíble había varios personajes imitándole, con su barba y estilo. Pero no figurantes sino clientes del establecimiento. Así son los americanos.
célebre porque allí era donde se emborrachaba Hemingway. Aunque parezca increíble había varios personajes imitándole, con su barba y estilo. Pero no figurantes sino clientes del establecimiento. Así son los americanos.
Pero aquí no acaba la cosa, ya
que todavía nos faltaba la que quizás sea la mejor anécdota del viaje.
Salíamos de Key West en dirección
a Miami, y justo en la salida de la ciudad, oímos un grito desde un coche:
¡¡¡Viva España!!!
Ante ello, le hago señas a
Fernando y al del coche que pararé en un aparcamiento, y veo que Fernando se
queda hablando con él. Llega Fernando a mi lado y me dice: “Papá es un español
y juraría que es un Guardia Civil”. Le digo: “¿y tú como sabes que es Guardia
Civil?” “OH porque lleva el uniforme”.
Le digo: “Sí, seguro que aquí en Key
West vamos a encontrar un Guardia Civil con uniforme y todo”.
Y en eso que llega la persona que
llevaba el coche y efectivamente: ¡¡¡¡ERA UN GUARDIA CIVIL CON UNIFORME Y
TODO!!!!

Ante nuestra sorpresa nos
presentamos y era un Oficial de la Guardia
Civil en misión especial destinado en Key West. Comprenderán
que no decimos ni la graduación ni la misión
por ser información reservada. ( Ahora, 2020, ya lo podemos decir: era el comandante Javier Sualdea, hoy en día General de la Guardia Civil, que años posteriores estuvo de coronel en Las Palmas, y me localizó porque quería saludarme tras ese encuentro).
Nos dice que al ver las banderas
españolas en las motos y luego darse cuenta de las matriculas españolas él
tampoco se lo podría creer y se dijo quienes serán estos que se han traído sus motos desde España.
Estuvimos hablando con él como
media hora y tras despedirnos enfilamos ruta hacia Miami, donde estuvimos
varios días descansando y preparando las motos para su embarque a Las Palmas.
El resumen del viaje es que hemos
viajado a través de un mismo país, atravesado 26 estados, 13.530 Km ., con cuatro
husos horarios, por desiertos, bosques, paisajes nevados, ranchos, praderas
inmensas, montañas, ciudades gigantescas, pueblitos pequeños, gasolineras,
playas, autopistas interminables, policías escondidos en las carreteras, ¡ah! y
grandes y magníficas comidas, que
al contrario de lo que mucha gente opina, seguramente por no conocer el país y
dejarse llevar por los comentarios, se come muy bien.
En definitiva, un majestuoso
continente, más que país, que hay que
visitar, aunque sea una vez en la vida.