2 de diciembre de 2017

TAMPA - FORT MYERS - KISSIMMEE

Esta entrada ha tenido un problema: pòr razones técnicas no aclaradas mi cámara de fotos perdió un montón de fotos , por lo que la misma será más corta y sencilla que las demás.

Tras asistir al concierto de ANDRÉ RIEU, como vimos en la entrada anterior, nos dedicamos a cambiar los aceites de los dos vehículos, en un taller de Brandon, cerca de Lazy Days, donde ya somos clientes y amigos de otras veces.

Aparte de cambiarnos el aceite , revisan las ruedas, los líquidos de los vehículos y nos lo dejan listos para la marcha.

Esta vez la marcha tenía como destino final Estero, cerca de Fort Myers, en la costa oeste de Florida, en el golfo, donde nos esperaba nuestra estancia en el WOODSMOKE RESORT, que ya conocemos de otras veces:

    

La ruta fue muy agradable y estupenda, con la interestatal 75 magnifica, y llegamos al camping , y allí surgió el problema.

Una vez que nos dijeron cual era nuestra parcela, al estar colocando las conexiones de Mr. Mojo Picón, luz, agua, televisión y desagües:






. Estoy sentado en una butaquita que uso siempre para este menester cuando siento unos picores en las piernas. Miro hacia ellas y me las veo llenas de hormigas. No me he dado   cuenta y he pisado un hormiguero......

Total que me las quito, termino de instalar todo y al poco siento que la piernas me empiezan a picar  y ponerse rojas. Nos vamos a la farmacia y la farmacéutica nos da una crema a base de cortisona , y cuando Ángeles me la pone , fue como un estallido: al contacto de la crema con las picadas , salen todas hacia arriba como si fuesen granos:



Así estuvimos dos días , en que la cosa fue remitiendo, pero al tercer día y en vista que la cosa no iba a mucho mejor, hicimos uso de nuestro seguro de viaje, que lo tenemos con ASISA, aunque realmente quien lo gestiona en el extranjero es Euroassistence, que dicho sea de paso funciona estupendamente, y nos mandan a un centro médico de la zona, donde nos están esperando y allí ya me atiende un médico, y tras ponerme una inyección, me manda una nueva crema , esta vez más potente que la otra y que solo la despachan con receta médica y unos antibióticos, que asimismo solo lo sirven con receta médica.

En este `punto he de comentar que el sistema médico y farmacéutico en los USA no tiene nada que ver con España. Me mandaron  doce pastillas de antibióticos, y la farmacia , dispensó solo las doce, ni una más, y en el bote iba mi nombre, el del médico que lo había recetado, y toda una serie de datos referido al informe médico. Igual con la crema que me mandó. Cuando ésta se acabó, en la farmacia tenían , por el código de barras, toda la información y me despacharon un tubo , pero no más.

La cosa se fue arreglando y mejorando hasta nuestra llegada a España, donde ya estaba todo bien.

Otra cosa que quiero destacar es la asistencia en viaje en USA. Ojo con entrar en un hospital: lo primero que te piden es si tienes seguro de viaje y tu tarjeta de crédito. Son carísimos, así solo has de usarlo cuando realmente tienes algo grave.

Si tienes alguna incidencia de índole menor, como un corte, una herida, un dolor de cabeza, una gastroenteritis o cosa parecida, mejor vete a un WALK IN CLINIC,o WALK IN CARE URGENT, que son centros médicos, con múltiples consultas y servicio de urgencias menores, donde los costos son mucho menos costosos que en un hospital .

Pero eso sí : no se te ocurra de ir a los USA sin seguro médico. Eso  NUNCA.

Bueno y volviendo al tema de la estancia, queremos ir a SANIBEL, que es una isla cerca de Fort Myers, muy famosa , muy natural y que según parece,  es el paraíso. 

Yo pensaba que dada su fama de refugio de la naturaleza fuese Parque Nacional o estatal, pero no, es simplemente un lugar muy bonito, al que se llega por un puente , de pago eso sí,  y todo muy cuidado, todo muy eco,  con velocidad en toda la isla no superior a los 40 kilómetros, las casas, las pocas que hay, son buenas casas, grandes y así todo.

Noa dirigimos a la oficina de atención al visitante, que está atendida, como en casi todos los sitios de los USA, por jubilados voluntarios que asesoran y atienden a los visitantes.

Nos aconsejan donde ir y qué mirar , y nos recomiendan que debemos ir al faro del extremo este de la isla , que es digno de verse y es un icono de la isla. Pregunto por algún sitio donde comer y  nos dicen que allí no hay McDonalds, ni nada por el estilo, y nos recomiendan una serie de restaurantes, con pescado lógicamente.  Y es cierto: no hay nada de restaurantes estridentes ni nada de colores en toda la isla.

Total que empezamos nuestro recorrido por la misma y nos encontramos con esto:

Sí una señal de tráfico advirtiendo del cruce de tortugas : así que cuidadito......


Siguiendo la ruta nos dirigimos hacia el faro recomendado, esperando encontrarnos con algo parecido a los faros de Nueva Inglaterra, como este de Portland en Maine:




Pero no. Nos encontramos con esto:

               

La decepción y el estupor no nos alcanzaba al cuerpo. Que esto fuese icónico y digno de verse según ellos , no lo podíamos creer,  así que nuestro gozo en un pozo.

En fin,  recorrimos la isla entera , comimos allí y de vuelta al resort, pasando eso si, por la carretera de la costa del golfo, toda ella llena de hotelitos, restaurantes y tiendas de souvernirs.

Aquí pasamos cinco días de completo relax , excepto un día que nos fuimos a Miami, temprano en la mañana, solo está a unos 230 kilómetros, cruzando la ALLIGATOR WAY, la autopista de los lagartos, o de los cocodrilos, ya que la misma atraviesa los everglades , parque nacional, y que están infectados de cocodrilos. Siempre que paso por la misma pienso igaul: anda que los que tuvieron que trazar la carretera y construirlas tendrían que estar protegidos con tiradores  , porque sino , ustedes me dirán.



         

 En Miami  teníamos que ver y hacer varias cosas propias de nosotros y de los seguros de los coches , en nuestra agencia de seguros, PALM BEACH INSURANCEA, con las Señoritas Ana e Ivis, que son quienes nos llevan los mismos, de la compañía PROGRESSIVE. Nos atendieron estupendamente y una vez que terminamos todas nuestras gestiones  nos fuimos a comer al Cheesecake Factory del centro comercial DADELAND MALL, el más conocido de Miami, y al que nos gusta ir cuando estamos por allá.

Y de Estero no fuimos hacia Kissimmee, o lo que es o mismo, la puerta de entrada de Orlando y todas su atracciones.

       

Como siempre nos quedamos en el TROPICAL  PALMS RESORT, un lugar fantástico, céntrico y con toda clase de servicios, y aunque hacía menos de un mes que había pasado por sus cercanías el huracán Irma, y aun se veían señales del mismo, el resort estaba perfecto.

Se pueden hacer idea del mismo viendo estas fotos:



Aquí tenemos a Mr. Mojo Picón en su parcela bien cuidada.

Aprovechando que el huracán pasó por allí estaban renovando algunas instalaciones como eran las tres secciones de lavanderías que tiene el Resort, siendo esta una de ellas:



La zona de piscinas tampoco se quedaba atrás:


El agua estaba deliciosa, calentita, y totalmente transparente.

En uno de nuestros paseos por el resort, que es enorme, vimos tres cervatillos, y uno de los cuales estaba al lado mismo de una caravana:


La verdad es que Florida está llena de bichos: lagartos, cocodrilos, cervatillos, hormigas......

Y así fueron pasando los días , hasta una semana, donde lo único que hicimos fue disfrutar de la estancia e ir a cenar  a restaurantes que queríamos  disfrutar de ellos,  y visitar el FLORIDA MALL, antiguo, aunque totalmente remozado,  centro comercial de Orlando, con una tienda enorme de ZARA, que dicho sea de paso está por todo Estados Unidos.

Tras la semana que estuvimos allí, donde conocimos a dos encantadoras familias cubanas de Miami, que se habían desplazado hasta el Tropical Palm a pasar el fin de semana, las familias de Giovanni  Dumas y de Gustavo Gutierrez,   dejamos a nuestro motorhome en el storage habitual que contratamos en Tampa, con Mike como manager y que queda a buen resguardo:


Parece que siempre nos dan el mismo sitio, ya que es la tercera vez que lo dejamos exactamente ahí.

Y de aquí , de Seffner a Fort Laudardale , cerca de Miami,


 donde pasamos la noche en un hotel La Quinta, pero eso sí, antes fuimos a cenar al Joe´s Stone Crabs, que es uno de nuestros restaurantes favoritos de Miami:



À la hora de pedir el coche en el valet del restaurant , nos traen nuestro nuevo coche:


que como pueden ver es un Mc Laren. El color es amarillo porque en ese momento , de la compra , no les quedaba otro, y en fin, tuvimos que conformarnos. Queríamos cambiarlo  por este otro, en rojo:



Ahora en serio: tuve que preguntar qué marca de coche era, porque no lo conocía.

Bueno y de vuelta a España, con escala en Madrid, y destino final nuestra casa en Las Palmas.

Si las cosas salen como pensamos a mediados de enero estaremos de nuevo en la ruta. Saludos a todos.