Hoy sábado Cathy y Jason nos han invitado a visitar el cementerio de Arlintong, cementerio nacional de los USA , donde están enterrados sus grandes héroes militares y del país, pudiéndose enterrar en el mismo aquellos soldados de cualquier graduación que haya intervenido en alguna de las guerras de los USA , y sus familiares así lo soliciten.
Tiene una extensión de unas 630 acres, que son algo así como unas 300 hectáreas, y están enterradas unas 400.000 personas, previéndose que estará colmatado , a razón de diez personas que se entierran cada día, para el año 2020 , por lo que ya se han buscado unos terrenos, triple del tamaño actual, cerca de la base de Quantico, al sur de Washington, donde se ubicará el nuevo cementerio nacional.
Yo tenía bastante interés en revisitarlo ya que lo hice hace 27 años, y quería sentir esa sensación pasados los años.
La perfección de la colocación de las hileras de las lápidas de las tumbas es lo primero que impresiona, estando alineadas perfectamente , y no a ojo de buen cubero, sino con aparatos topográficos, que pregunté. La sensación de hileras perfectamente hechas impresiona de cualquiera de las maneras.
Aunque eso sí , habían zonas para los jefes y generales, aparte de las demás, estando en estas zonas, coroneles, almirantes , generales de varias estrellas etc. Estas son sus lápidas que como podemos ver son totalmente diferentes a las anteriores.
El cambio de guardia y homenaje al soldado desconocido y a los caídos por la patria, se celebra con un ceremonial que impresiona por su silencio y perfeccion.
Siempre hay un marine de guardia y desfilando marcialmente de un lado a otro del monumento, con giros impecables, y movimientos que parecen de robot.
Cada media hora, sale un superior, en este caso el que vemos lleva la medalla del Corazon Púrpura, que se les otorga a aquellos soldados heridos en acción de guerra
Va dando órdenes al relevista y al relevado, con una perfección increible De verdad. Yo he visto a lo largo de mis viajes, varios cambios de guardia, pero como este , ninguno. Habrá otros más espectaculares y con más soldados , pero con la perfección de ésta, ninguno.
Aquí vemso a Cathy , Jason y Ángeles, en la pausa que hay tras el relevo y la ofrenda floral.
Ofenda floral que se inicia con la salida del portador de la corona a depositar y de un trompetista , que tocará posteriormente El Silencio.
En la ofrenda en sí misma se le da el honor a dos personas del público que sean ellas quienes depositen la corona ante la tumba del soldado desconocido, todo ello al sonar de El Silencio, que suena de la trompeta. Se te ponen los pelos de punta.
Vean la de gente que habia en el momento de estar nosotros allí.
Y aquí estoy con Jason, con fondo de tumbas de héroes americanos, porque las tres lápidas que se ven detrás de mí y distintas que las demás, son las dedicadas a los astronautas del Columbia y del Challenger., que murieron al estallar dichos transbordadores
.
Y tras un fin de semana estupendo , con nuestros anfitriones Cathy y Jason, que se han portado con nosotros como si nos conocieran de toda la vida, y a los cuales quisiéramos agradecerles las atenciones que han tenido, y deseándoles la mayor de las suertes en la vida, mañana nos vamos para New York.
Así que ya les tendré informados.
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