Bueno con una serie de días de
retraso, pero aquí estamos de nuevo.
Estábamos en el camping de Ocean
Lake en Myrtle Beach como ya saben de la anterior entrada-
Uno de esos días nos desplazamos
hasta Charleston, al sur de Carolina del Sur y a unos 150 km de Myrtle Beach.
Aquí nos encontramos con una ciudad con historia, sobre todo con aires
franceses, ya que fue una de las
ciudades donde se pergeñó la guerra de las colonias contra Inglaterra, con la ayuda
de Francia a las primeras.
La ciudad respira esa antigüedad
que no tienen la mayoría de las ciudades americanas, y han rehabilitado, en el
denominado downtown, o centro de la ciudad, toda una serie de almacenes del siglo XVIII,
convirtiéndolos en mercados de artesanía, sobre todo de cestería, y tiendas peculiares
como esta en la que estuvimos, donde había chicle BAZOOKA, ¿se acuerdan?, o
refrescos de Royal Crown, y para dejar la seña española, los Chupa Chups……
Había mucha gente, porque encima
era el memorial Day, o día de los veteranos, en honor de todos aquellos que han
luchado por los USA en todas las guerras en las que han intervenido.
Aquí se les tiene con alta
consideración a todos ellos. Y todo tipo de personas:
Esta foto la sacamos en el restaurante donde comimos. La estatua de la libertad está hecha de cerámica toda ella:
Tras dejar Myrtle Beach después
de seis días de descanso y relax, nos dirigimos a Fort Mills, también en
Carolina del Sur, pero casi en la frontera con la del norte y con Charlotte,
donde vive una de nuestras hijas americanas, Kelly Dufresnes, con quien
habíamos concertado esta visita, y poder saludarla a ella, a su marido Cory y a
su hija MIla.
A Mila le gustó tanto nuestra
autocaravana que nos pidió quedarse a dormir con nosotros, pero por lógica no
podía ser. La verdad es que es un encanto de niña, y seguro que haría muy
buenas migas con nuestra nieta Helena.
Fuimos posteriormente a su casa, donde nos esperaba Cory para ir todos a cenar. Esta es la casa de ellos:
Observen el tamaño de las pizzas,
y eso que eran para una sola persona.
Tras dejar a Kelly nos hemos
dirigido a Virginia Beach, en el estado de Virginia, y zona que donde radica la
mayor la base naval de los USA en la Costa Este, Norfolk, y varias bases aéreas
más, con lo cual hay militares por todos lados y gente también por todos lados.
El camping, también es un
supercamping, con varias piscinas, enorme, cientos de RVs de todos los tamaños y modelos y magníficas instalaciones.
Y nos encontramos con la sorpresa
del día: una de las piscinas se llama CANARY ISLAND. Por qué no lo sabemos pero
aquí está la prueba gráfica:
Hoy es el cumpleaños de Ángeles,
y nos hemos ido a la playa, famosa playa, de Virginia Beach.
Los servicios del camping llegan
hasta tener un parquin para los clientes en la misma playa, cosa que no
habíamos visto nunca, y ya se pueden imaginar lo que se agradece esto, cuando la
playa está a rebosar, y no es que sea pequeña, no qué va, tiene kilómetros y
kilómetros, de arena rubia, tipo de la Playa de Las Canteras, de Las Palmas,
pero es sábado y está llena.
Tras el día de playa nos hemos
ido a uno de los restaurantes preferidos de Ángeles, el Cracker and Barrel, de
comida country americana, a degustar el meatloaf, que como ya salió en anterior
entrada, le encanta.
Aquí la tenemos en su plenitud cumpleañera.