Todos tenemos esta visión de las
autopistas americanas:
Pues bien eso es solo para las
películas. Y esta visión generalmente es solo en las entradas y salidas de las
ciudades y de algún tramo de circulación muy intensa, como este que vemos de la I-5 desde Los Ángeles a San Diego.
La realidad es que suelen ser una autovía con dos carriles por sentido y eso
sí, con una mediana de unos 50 metros entre ellos.
La misma realidad nos muestra que
las autopistas californianas, están en pésimo estado, el asfalto de muchas de
ellas es de hormigón, sus juntas de dilatación cada tres o cuatro metros, hace
insoportable el traqueteo a lo largo de kilómetros, y los baches no les digo.
En muchos momentos, y dado el mal
estado de la misma, pensamos que el Mojo Picón se iba a desarmar, a desintegrar, y les aseguro
que no exageramos nada.
Sí habíamos leído y oído que el estado de
California estaba en bancarrota, pero no tanto.
La circulación en muchos tramos
se vuelve hasta peligrosa, con camiones pegados a tu vehículo, camiones que
aquí se les llaman 18 wheelers, 18 ruedas, que son las que llevan y de una
longitud superior a los 20 metros y de mucho tonelaje.
Les dejo una foto donde estoy
conduciendo y tengo un camión adelantándome prácticamente pegado a mí.
El paso por Los Ángeles, fue como
siempre, enormes colas en las autopistas, y el paso, al menos esta vez
intencionado, por el cruce de la I-5, que es la autopista interestatal que va
desde la frontera con México hasta Vancouver en Canadá, con la I- 10 y la 110, el cruce de carreteras con
mayor tráfico del mundo: solo unos 600 mil vehículos día.
No les recuerda esta canalizacion a la pelicula GREASE?
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Pues ya estamos en San Diego, .Esperando a que se incorporen a esta visita nuestros hijos Fernando y Diana, y nuestra nieta Helena
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